domingo, 20 de enero de 2008

Cultura y Gestión de la Seguridad.

Actualmente existe un nuevo concepto acerca de la cultura de la seguridad, y en este se incluyen todos los aspectos culturales de la seguridad en el trabajo, como los comportamientos y actitudes hacia la seguridad. Además incluye el clima de seguridad en el lugar de trabajo.

Si se conoce que el clima de seguridad se refiere a la percepción que tienen los trabajadores de su entorno laboral, especialmente de la actuación de sus superiores y de los otros trabajadores en el control de riesgos. Aunque el clima de seguridad no abarca totalmente la cultura de seguridad se puede valorar como una fuente de información sobre la cultura de seguridad.

Cada empresa es única, y posee una cultura de seguridad diferente, por esta razón en algunas empresas el liderazgo de la dirección puede ser estrictamente estructural y se limitan a la fijación y exigencia del cumplimiento de programas y normas de seguridad. Mientras que otras empresas en cambio los directivos de las mismas, poseen un concepto más amplio de la seguridad el cual le permitirá combinar la función estructural, con una función más personal, que le permita reunirse con los trabajadores y analiza los problemas de seguridad.

Dentro de la cultura de seguridad los mandos intermedios y supervisores son muy importantes en la dinámica cultural de la seguridad en el trabajo. Ya que de ello va a depender si en el lugar de trabajo predomina una intervención jerárquica, orientada principalmente al control. O un esquema de intervención participativa en la que los supervisores permiten y promueven la participación de los trabajadores en la actividad de prevención de accidentes; por último, en un pequeño porcentaje de organizaciones, los supervisores se abstienen y dejan la seguridad en manos de los trabajadores.

Se ha demostrado que un grupo de trabajadores mentalizados hacia la seguridad ayuda positivamente a la empresa a obtener buenos resultados en materia de seguridad. No obstante, la percepción y la concepción de la seguridad por parte de los trabajadores no deben limitarse a la prevención y a la observancia de las normas de seguridad dictadas por la dirección.

Esta cultura de seguridad es especialmente eficaz en las que pueden considerarse las dos dimensiones centrales del concepto mismo de la cultura de seguridad: la función de la seguridad y la participación en la seguridad. La función de la seguridad es el grado de prioridad concedido a la seguridad en el trabajo en los objetivos de la empresa. Y La participación en la seguridad consiste en el trabajo conjunto de supervisores y empleados en el desarrollo de la seguridad en equipo en la línea de producción.

La presencia de un nivel elevado de ambas dimensiones existe lo que se denomina una cultura de seguridad integral, lo que implica que la seguridad en el trabajo constituye un valor fundamental de la cultura de la organización y se integra en el comportamiento de todos los miembros de la organización, los directivos de los niveles inferiores, especialmente los supervisores, desempeñan igualmente una función decisiva en la gestión de una cultura integral de la seguridad.

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